jueves, 12 de febrero de 2015

Pulmones más limpios


Para las personas fumadoras, para aquellas que sufren problemas pulmonares de manera recurrente o para quienes quieren cuidar sus pulmones y respirar mejor, en este artículo compartimos los tips imprescindibles para hacerlo de manera sencilla y natural.

Aprende a respirar correctamente, a realizar vahos, a mejorar la ventilación de tu hogar o a eliminar las mucosidades y notarás grandes resultados en poco tiempo.

Haz vahos

¿Sabes lo que son los vahos? Son unas respiraciones profundas que realizamos sobre el vapor de determinadas plantas medicinales con beneficios para nuestros pulmones. Es un método excelente para curar las enfermedades respiratorias de los más pequeños, pero también nos ayudarán a limpiar nuestros pulmones, sobre todo si somos fumadores.
¿Cómo se hacen?
  1. Hervimos dos litros de agua junto con algunas hierbas medicinales como el pino, el tomillo, el romero, el eucalipto, la manzanilla o el orégano.
  2. Cuando hayan cocido entre 5 y 10 minutos, que veamos que desprende el vapor aromático, retiraremos la cazuela del fuego y nos sentaremos enfrente, cubriéndonos la cabeza con una toalla e inclinándonos sobre la cazuela ligeramente abierta (vigilando de no quemarnos con el exceso de vapor).
  3. Realizaremos inhalaciones profundas por la nariz, tapando una y otra fosa nasal alternativamente, y también por la boca.

Elimina la mucosidad

Es habitual que nos levantemos por la mañana con la sensación de tener mucosidad, y a veces esta mucosidad nos puede causar incluso congestión o bien obstruirnos los bronquios. Para evitar esta mucosidad podemos seguir dos consejos muy sencillos y efectivos:
  1. Realizar lavados nasales con la ayuda de una lota, tal como explicamos en este artículo. Especialmente cuando la mucosidad todavía está en la cavidad nasal.
  2. En cambio, cuando la mucosidad ya es más interna deberemos tener en cuenta aquellos alimentos que aumentan la mucosidad, con el fin de eliminarlos de nuestra dieta hasta que estemos mejor:
  • La leche y los derivados lácteos, sobre todo los de vaca. Podemos sustituirla por bebidas vegetales.
  • Las harinas y todos los alimentos que las contienen. Provisionalmente podemos consumir pan dextrinado, similar a los biscotes tostados, el cual resulta mucho más saludable en estos casos.

Aprende a respirar

Puesto que nos estamos refiriendo al aparato respiratorio, debemos tener en cuenta que muchas veces no respiramos correctamente… ¡porque nos olvidamos! Respiramos lo justo para sobrevivir, lo cual no solo afecta a nuestros pulmones, ya que se acostumbran a trabajar con poca capacidad, sino que dificulta la llegada de oxígeno a todos los puntos de nuestro cuerpo.
¿Cómo aprendemos a respirar?
Lo más efectivo es realizar ejercicios como el yoga, la meditación o el taichi, los cuales siempre tienen en cuenta la respiración e incluso nos enseñan a realizarla con diferentes partes de nuestro cuerpo: la barriga, el diafragma y el pecho.

Mejora tu respiración nocturna

Teniendo en cuenta que solemos dormir una media de 8 horas, es decir, una tercera parte del día, también es fundamental procurar que nuestro dormitorio tenga un aire saludable.
¿Cómo lo conseguimos?
  • Debemos ventilar cada día la habitación y, si nos atrevemos, podemos dejar la ventana un poco abierta también por la noche.
  • Si tenemos dificultades para ventilar al menos intentaremos dejar la puerta entreabierta.
  • Evitaremos tener plantas en la habitación que nos roben el oxígeno, a excepción de aquellas que precisamente nos lo aportan, como sucede por ejemplo con el potus. Tener uno o dos potus en el dormitorio nos ayudará a renovar el aire que respiramos.
  • Evitaremos humedades y olores en la habitación. Podemos usar también deshumidificadores eléctricos o difusores aromáticos.

Olvídate de la tristeza

Para aquellas personas que sufren a menudo enfermedades respiratorias o padecen incluso una que ya es crónica, puede serles de ayuda saber que existe una relación psicosomática entre estas patologías y un sentimiento continuado de tristeza. A veces son personas con tendencia a la depresión.
Por ello, cualquier tratamiento que realicemos deberá tener en cuenta también la parte emocional, la cual podemos tratar también naturalmente con terapias como la homeopatía o las flores de Bach, o bien con la ayuda profesional de un psicoterapeuta.

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